Remy fantasía Cabella

En los tiempos que corren, hablar de fútbol en Francia es hablar del Montpellier. Un club que en los últimos años se ha convertido en un referente del fútbol galo, así como un serio competidor a la hora de luchar cada temporada por el título de campeón de la Ligue 1. El proyecto comandado por René Girard comenzaba a recoger sus frutos la temporada 2011/2012 tras proclamarse campeón de liga, además de realizar un fútbol entretenido y rítmico, que fue alagado por un gran número de analistas de fútbol internacional. En este club, encontramos a Remy Cabella, uno de los nuevos talentos que ha dado el fútbol francés y que esta llamado a ser una de las futuras estrellas del deporte rey en el país galo.

De origen italiano por parte de padre, Remy Cabella comienza su andadura futbolística con apenas 3 años en el Ajaccio, humilde conjunto de su ciudad natal, Córcega. Allí se mantuvo hasta los 14, cuando en plena adolescencia, la secretaría técnica del Montpellier se fijo en él, y pronto lo incorporaría a las categorías inferiores del club sureño. En 2009 Cabella firma su primer contrato como profesional tras destacar de forma notable en la Copa Gambardella de juveniles. Dicho contrato le comprometía con la entidad del Stade de la Mosson por tres temporadas, por lo que de esta forma, el MHSC volvía a dejar clara su fiel apuesta por la cantera propia. Unos meses más tarde, la mala suerte se cruzaba en el camino de Cabella. El joven centrocampista se lesionaba de gravedad una de sus rodillas, por lo que su crecimiento hasta entonces imparable, se veía frenado en seco. Tras una larga recuperación, el Montpellier lo cede al Arles Avignon, un equipo humilde en el que Remy volvió a recuperar el tono tras la grave lesión. En Arles el jugador participa en 17 encuentros anotando 3 goles, regresando al Stade de la Mosson mucho más curtido y con el objetivo de triunfar en el club que apostó por el desde un comienzo. Desde su vuelta a Montpellier, Cabella ha ido aumentando su peso en el equipo a base de grandes actuaciones, lo que le ha servido para ir haciéndose poco a poco un hueco en el equipo de René Girard, además de en la selección sub21.

Con el 20 a la espalda, ese dorsal que siempre le ha acompañado, Remy Cabella es un jugador polivalente. Caracterizado por sus constantes movimientos, es uno de esos futbolistas que puede cambiar el rumbo del encuentro en el mismo instante en el que el esférico aterriza en sus pies. Atacante diestro de gran calidad técnica, se desenvuelve a la perfección en cualquier posición de la media punta. Ya sea escorado a la banda, donde el jugador francés ha firmado sus mejores encuentros, o en la posición de enganche. Dotado de una gran facilidad para la asociación, Cabella es un jugador explosivo y potente que maneja ambas piernas. Distinguido por su gran conducción, otra de sus virtudes es su enorme pegada, lo que le convierte en uno de los principales lanzadores a balón parado en su actual club.

Cierto es que Remy Cabella esta llamado a ser una de las nuevas perlas del fútbol francés, un jugador en constante crecimiento y que en un breve espacio de tiempo será un intocable en el once del Montpellier. Mientras tanto, demuestra su calidad y su valía para convertirse en uno de los jugadores más destacados del fútbol galo en un futuro no muy lejano. Gracias a una visión de juego prodigiosa, Cabella comienza a ser una realidad, un virtuoso del balón que ya destaca en el club que le ha brindado la oportunidad de exhibirse al continente europeo, y porque no, quizás pronto le veamos vistiendo la camiseta absoluta de les bleus.

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Euro Málaga, motivos para soñar

Digamos que el tiempo pone a cada uno en su sitio. Pellegrini es el caso. Tras un verano convulso en la institución blanquiazul en el que las salidas de jugadores como Rondón, Maresca o Cazorla dejaban mermado al equipo de la costa del sol y la incertidumbre rodeaba el entorno del club dirigido por Al Thani. Actualmente la situación es totalmente distinta y los números hablan por si solos, ya que tras la disputa de las dos primeras jornadas de Champions, el Málaga apunta a ser uno de los equipos revelación de esta nueva edición de la liga de campeones.

Danke, señor Raúl

Con la ilusión de un niño, llegó Raúl González Blanco al primer equipo del Real Madrid de la mano del poeta futbolístico Jorge Valdano.

Frédéric Kanouté, la bondad por bandera.

Una sonrisa. Ese podría ser el sello de identidad de uno de los jugadores más carismáticos del fútbol internacional en las últimas décadas. Sencillo como pocos, tolerante, y de mirada cómplice, Frédéric Kanouté es uno de esos jugadores que se han ganado el respeto de todo el mundo por su amabilidad dentro y fuera de los terrenos de juego. Dentro de él, un mago que concebía el fútbol de una forma diferente. Un virtuoso sin varita, capaz de bajar al piso balones imposibles, realizando controles paranormales. Fuera de él, un tipo amable y bondadoso que siempre ayudo a los más necesitados.

De cultura francesa y corazón africano, el joven Frédéric dio sus primeros pasos en el mundo del deporte rey en las categorías inferiores del Olympique de Lyon, club con el que debutaría en 1997. Pese a criarse en tierras francesas, la cultura africana siempre rodeó al bueno de Oumar. Una formación africana que le instruiría valores como la bondad. La misma que le mostró que algo tan insignificante como un simple balón, es capaz de inhibir a una persona de todos sus problemas, sacándole la mejor de sus sonrisas.

Pronto transportó su sencillez a tierras británicas. Durante siete temporadas Kanouté pudo disfrutar de una de las mejores ligas del mundo, lo que le sirvió para mejorar sus registros goleadores y curtirse como delantero en dos de los clásicos clubes londinenses: West Ham United y Tottenham. Cincuenta y cuatro goles durante su paso por la Premier League le sirvieron para tener que afrontar una de las decisiones más complicadas de su carrera deportiva. Escoger Francia o Mali no fue tarea sencilla para Frédéric, que finalmente se dejó llevar por su corazón y por la necesidad de ayudar al más débil. Como  cita el himno maliense, “pour l´Afrique et pour toi, Mali” (Por África y por ti Mali).

A la ciudad del Nervión llegó como un auténtico desconocido. Pese a ello, la afición pronto se dio cuenta de que una de las apuestas personales de Monchi, iba a dar muchas alegrías al sevillismo en años venideros. Abanderado del mejor Sevilla de todos los tiempos, formó junto a Luis Fabiano una de las duplas de ataque más letales que se recuerdan en Hispalis. Regaló tardes inolvidables a la afición del Sánchez Pizjuán, haciendo soñar a cada uno de los espectadores que abarrotaban semana tras semana las gradas del mítico estadio de Nervión. Engrandeciendo al equipo en  cada una de sus acciones, el jugador francés paseó con elegancia el escudo del Sevilla por la cima de Europa, consiguiendo seis títulos para un club en el que ha dejado, sin lugar a dudas, una huella imborrable.

Entre palabras de agradecimiento se marchó Kanouté de la casa andaluza, dejando atrás siete años muy especiales de su trayectoria futbolística. Ocho finales, seis títulos y ciento treinta y seis goles, respaldan al hombre que hizo vibrar al sevillismo en noches mágicas como las de  Eindhoven, Mónaco o Glasgow. En su despedida, sus compañeros le mantearon acercándole un poco más al cielo, ese al que señaló en cada uno de sus tantos, y al que elevo a un club hasta entonces desconocido por el fútbol europeo. Siempre sensato y agradable, Kanouté fue algo más que fútbol, por ello, goza y gozará eternamente del respeto y la admiración de la afición sevillista. Aun así, Su trascendencia va más allá del césped, ya que la leyenda viva del club andaluz, ha conseguido que el fútbol sea una de las armas de difusión de la felicidad entre los más desfavorecidos. Tarea nada sencilla que tiene como ejemplo la ciudad de los niños que el propio futbolista ha financiado en Mali. 

De lo que no cabe duda, es que no hay palabras para describir la calidad humana de este jugador.  Un hombre que conoció la necesidad de primera mano, y que conquistó el corazón de todos los aficionados de la ciudad hispalense. Una ciudad, en la que el recuerdo del 12 rojiblanco, aun esta presente. Y es que jugadores como Kanouté, son de los pocos que hoy en día engrandecen el maleado mundo del fútbol.

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